Comprendiendo la piel – En edades diferentes

3 min de lectura
Mostrar más

La piel es un órgano vivo que experimenta cambios significativos durante la vida de una persona. Desde la delicada piel de un bebé recién nacido hasta las arrugas de la vejez, pasando por la adolescencia, cuando algunas personas son propensas al acné. Cada etapa tiene sus propias exigencias, y el cuidado de la piel debe reflejar estas necesidades cambiantes. La elección de los productos apropiados para limpiar, proteger, nutrir y reparar la piel en cada una de estas etapas contribuirá a mantenerla sana y asegurará que la piel se vea y se sienta lo más natural, independientemente de la edad.

Productos que te interesarán

Edades y etapas diferentes

Piel del bebé

La piel de los bebés es entre un 20% y un 30% más fina que la de una persona adulta. Tiene el mismo número de capas pero éstas son considerablemente más finas, provocando así que la piel de los bebés sea especialmente delicada y sensible. 

Piel de los niños

A los 4 años de edad, de la piel y sus anexos (tales como el cabello, las uñas y las glándulas) están un poco más maduros. No obstante, la piel de los niños todavía es más delgada y tiene menos pigmentación que la piel del adulto. Como estos mecanismos de autoprotección están menos desarrollados, la piel joven es particularmente sensible a la radiación UV. Lea más acerca de la piel de los niños y cómo cuidarla.

A los 12 años de edad, la estructura y función de la piel del niño corresponden a las del adulto.

Durante la década de los 30

La humedad y la elasticidad se reducen y puede empezar la formación de arrugas.

 

En torno a los 25 años de edad, los primeros signos de envejecimiento pueden llegar a ser visibles. Durante la década de los 30, la humedad y la elasticidad se reducen y puede empezar la formación de arrugas:

  • La función de barrera de la piel se debilita cada vez más.
  • Los procesos metabólicos de las células comienzan a disminuir.
  • La pérdida de humedad de la piel aumenta.
  • Se reduce la elasticidad de la piel.

 

La cuarentena hasta final de la cincuentena

Pueden aumentar la aspereza, la sequedad, la hiperpigmentación y el riesgo de infección cutánea.
La disminución del desarrollo de vasos sanguíneos puede hacer que la piel adquiera un aspecto menos luminoso.

A lo largo de estas décadas la estructura de la piel cambia gradualmente:

Epidermis:
Se pierde la estructura ordenada de las diferentes capas de la epidermis. Se crean menos células y las que ya existían se contraen por lo que la capa superior de la piel se adelgaza. Esto puede provocar:
• Un aumento de la aspereza y sequedad.
• Zonas de hiperpigmentación (conocidas como manchas causadas por la edad).
• Deterioro de la cicatrización de heridas e incremento del riesgo de infección cutánea. 

Dermis:
Los tejidos conectivos en la capa media de la piel pierden su estructura fibrosa y su capacidad para fijar agua, y las fibras elásticas se degeneran, lo que resulta en una pérdida de resistencia y elasticidad, y la aparición de finas líneas y arrugas que, a medida que la piel madura, desembocan en arrugas profundas. 
También se observa una disminución gradual del desarrollo de los vasos sanguíneos de la dermis. La dermis proporciona nutrientes a la epidermis, de manera que si no tienen una nutrición adecuada, ambas capas y las conexiones entre ellas se vuelven más delgadas y más planas, lo que resulta en una pérdida de la densidad y de la firmeza de la piel, común en las mujeres postmenopáusicas. La reducción del flujo sanguíneo también causa una pérdida de luminosidad. La piel puede parecer más apagada y pueden observarse algunos capilares rotos.


Artículos relacionados

Productos que te interesarán

Encuentra la farmacia de Eucerin más próxima